El ojo humano, tan importante como un telescopio

Por Esteban J. Andrada
Nuestros ojos no están diseñados para observar objetos tenues. De hecho, si observamos con una débil linterna durante la noche los colores del césped, notaremos que prácticamente no detectamos el característico verde intenso.

Los sensores de nuestros ojos que captan la luz (conos y bastoncillos) son sensibles a niveles lumínicos más altos que los que ofrece un césped iluminado por una débil linterna o trasladando el ejemplo a la astronomía, una nebulosa.
Esa es la razón por la cual, no vemos las nebulosas con colores en una observación visual.

Profundizando en el funcionamiento del ojo
Ningún aficionado o profesional puede discutir que un telescopio tiene que ser bueno (no necesariamente grande, que no es lo mismo) es decir: buena calidad óptica de todo el instrumento, tanto su objetivo, como utilizar los mejores oculares, y se espera que si un observador se toma en serio la astronomía, con el tiempo mejore su equipamiento.
Pero, a veces nos olvidamos de una (en realidad dos) maravillas que tenemos en nuestro cuerpo, y que se comporta como una cámara natural: el ojo.

En el fondo del ojo hay millones de células especializadas en detectar las longitudes de onda que capta del exterior.
Los conos y los bastoncillos (o bastones), son los que recogen las diferentes partes del espectro de luz solar y las transforman en impulsos eléctricos, que son enviados luego al cerebro a través de los nervios ópticos, siendo éste el encargado de crear la sensación del color.



Los conos son los sensores mas usados, los que está usando en este momento para leer estas lineas, ya que se encuentran concentrados en su mayoría en la mácula. También se encargan de enviar la información del color y se cree que hay tres tipos de conos, sensibles a los colores rojo, verde y azul, respectivamente.

Sin embargo, Los bastones (alrededor de 100 millones) no son sensibles al color. Pero los bastones son mucho más sensibles a la luz, por lo que se activa y envía información de objetos mucho mas débiles luminosamente, incluso de aquellos que son invisibles para los conos.

Ahora, delante de estos sensores, está la pupila, que actúa como diafragma de la entrada de luz, siendo impresionante su rapidez al recibir un encandilamiento, al contraerse rápidamente.
Sin embargo, el proceso de dilatación (apertura máxima de la pupila) es extremadamente lento, y se suele completar cuando el observador está en la oscuridad con poca luz durante unos 15 a 20 minutos.
Por esta razón, es imprescindible potenciar la entrada de luz a nuestros ojos, así como buscar noches sin Luna y zonas alejadas de las grandes ciudades. Usar técnicas de observación como la técnica de la observación indirecta o periférica, y evitar encandilar el lugar de observación con linternas o celulares.

Como vimos, el ojo es una cámara fotosensible de apenas unos 2,5 cm. Aunque no está ideado para observar durante la noche, es posible alcanzar a observar el cielo optimizando su rendimiento, mediante la disciplina del observador.

¿Disciplina del observador? Por supuesto, si algo tiene la Astronomía, es lo metódico, incluso en la Astronomía de aficionado.
El observador debe saber que antes de observar, debe adaptar sus ojos a la oscuridad, unos 15 a 20 minutos. También debe estar equipado de una linterna con algún filtro rojo (papel celofán o similar) ya que el rojo emite en una frecuencia en el cual la pupila no se contrae, eso si, siempre que sea una luz tenue.

Visión periférica en la Astronomía: usando los bastones
Esta técnica consiste en utilizar los bastones, en palabras directas: ver de "reojo" o con el "rabillo del ojo". Es lo contrario de mirar algo de frente y abiertamente.
Cabe pensar que, aunque la agudeza visual es inferior en el área periférica, comparativamente a la fóvea (que concentra muchos conos), existe la posibilidad de hacer trabajar al cerebro y lograr la modulación de la débil información periférica que nos ofrece los bastones.

Hay aficionados de muchos años, que dicen haber logrado magistralmente el control de esta técnica, y de hecho, realizan dibujo astronómico, en base a la información que ofrece la visión desviada. ¿A que quiero llegar? a que exactamente requiere práctica, práctica, y más práctica. No se desanime, requiere tiempo obtener mejores resultados. Observar el cielo, es realmente un arte.

Representación aproximada de la gran diferencia entre una fotografía, y la observación visual, la cual se aproxima aún más a la realidad si ve la segunda foto de "reojo"



¿Qué es un color?
Los colores es solo una representación final del cerebro. El cerebro ve diferentes colores cuando el ojo humano percibe diferentes frecuencias de la luz... y ¿que es la luz? es radiación electromagnética, igual que una onda de radio, pero con una frecuencia mucho mas alta y una longitud de onda más corta.

El ojo humano sólo está preparado para percibir un rango limitado de estas frecuencias, intervalo que se la llama “espectro visible de la luz”, y que abarca desde los tonos rojos del orden de los 705 nanómetros (nm) hasta los tonos azul violáceos del orden de los 385 nm, pasando por todos los colores intermedios.

La eterna pelea ¿rojo o bordó?
Los ojos no son elementos calibrados en base a una regla especifica, cada persona percibe los colores de forma distinta.
Hay personas que tienen realmente grandes problemas para percibir determinados colores que otras. Incluso existen diferentes grados de daltonismo, problema que es más frecuente entre los hombres que entre las mujeres; estas personas no pueden distinguir entre sombras de tonos rojos y verdes.

Existen otras personas que no pueden percibir los diferentes rojos (matices de rojos) y les cuesta diferenciar el bordó y el rojo.
Mientras no sea algo que afecte a la vida diaria (como el daltonismo) para algunas tareas o trabajos, es de esperar que podamos a la hora de elegir colores, tener diferencias con otra persona a la hora de designar la intensidad de algún color especifico.

Para la Astronomía, esta diferencia sigue estando presente, incluso en las cámaras que se utilizan para fotografiar el cielo. Mientras que algunas marcas son muy sensibles a la banda del rojo, otras son más sensibles a la banda del azul. Existen modelos de cámaras que saturan los colores vivos, mientras que otras simplemente parecieran ser poco sensibles a los colores (pocas existen con este problema).
Todo esto, se resume en las características de su sensor, en su construcción, y en la calidad de sus elementos.