Aunque parezca que es un bonito espectáculo, lo cierto es que los satélites Starlink, son cada vez más habituales en el firmamento. Se planea más de 46.000 (fuente SpaceX)
Tal vez para muchos aficionados, era realmente curioso un paso de la Estación Espacial Internacional, o los satélites Iridium, esos satélites que parecían “encenderse” en un gran destello y luego apagarse en el firmamento (durante las décadas de los 1990 y 2000 fueron muy conocidos, actualmente dados de baja). Estos objetos eran en tiempo y espacio, esporádicos, y no causaban ningún daño a la investigación.
¿Qué son los Starlink?
Son satélites que forman en conjunto una constelación de satélites. Ofrecen un servicio: internet de banda ancha, baja latencia y cobertura mundial a bajo costo. Aún permanece en fase inicial, y promete pasar de 1600 satélites a unos 42000 una vez culminado el proyecto. Tampoco planea terminar en la Tierra el proyecto, sino ampliarse para futuras colonias en la Luna o Marte.
Con los Starlink, se abre un problema con distintas aristas. Para la astronomía, representa una contaminación visual que amenaza la investigación en tierra. Para la radioastronomía, la emisión de innumerables señales en el firmamento representa contaminación para las antenas. Poco se habla de las posibles consecuencias en las aves que se guían por las estrellas. ¿Es para tanto?
En el 2020, la Agencia Espacial Europea (ESA) se enfrentó a un conflicto de orbita con SpaceX, ¿la causa? tenía sus aparatos en riesgo de colisión con el satélite de observación científica Aeolus. Obligó a la Agencia Espacial Europea a realizar maniobras orbitales para evitar una colisión.
Holger Krag, jefe de la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA informó: "Notificamos a SpaceX, quien respondió y dijo que no planean tomar medidas" [1]. Los satélites SpaceX deberían tener sistemas automáticos para evitar colisiones, pero este sistema no se utilizó y no está claro por qué.
Ese episodio pasado por desapercibido en el mundo de las noticias, muestra el conflicto y la necesidad de debate sobre la ordenación del espacio. SpaceX no es la única empresa, hay otras que tienen proyectos ambiciosos de miles de satélites (Starlink en esencia, es una constelación de 46.000 satélites)
La falta de transparencia, coordinación, tanto entre agencias, como entre otros campos de las ciencias (como lo es la radioastronomía y la astronomía) coloca las bases para una próxima y tan necesaria puesta en común y legalizar la utilización del espacio.
SpaceX promete trabajar en reducir el brillo de los satélites
SpaceX afirma no estar en contra de la investigación del espacio, de ese modo dio la palabra en que están trabajando en una serie de cambios en las cubiertas de los satélites, y de un escudo oscuro para evitar la reflexión de la luz solar.
Este cambio está ocasionando sin embargo una absorción en el espectro infrarrojo, ocasionando problemas en las investigaciones realizadas en esa frecuencia.
Elon Musk propuso lanzar un prototipo, llamado DarkSat, que cuenta con un revestimiento antirreflectante negro. La investigación del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, asegura que, si bien esa medida reduce a la mitad el reflejo de la luz solar, la interferencia que producen los aparatos en infrarrojo ahora es más intenso que antes. Lo cierto es que se deberá trabajar conjuntamente para reducir el impacto a la ciencia. Quedan aún muchas, como: ¿Qué ocurrirán con los satélites una vez cumplida su etapa de vida útil?
El papel de los divulgadores
Dentro de la esfera de la divulgación, se está observando un aumento de efemérides o publicaciones al estilo “aparición de un cometa a simple vista”. Pero más allá de ello deberíamos reflexionar profundamente acerca de lo que representa, para la astronomía, para la ciencia, y para la naturaleza. Deberíamos informar de lo que representa para los amantes del cielo, y para el avance del conocimiento científico. Nos enfrentamos a una amenaza a la par de la contaminación lumínica, con la diferencia que no podemos escapar de ella en tierra.
NOTAS
[1] Nota realizada por la revista Forbes. Más información: https://www.esa.int/Safety_Security/ESA_spacecraft_dodges_large_constellation
