Alguna vez se ha escuchado decir que las noches estrelladas no son como las de antes. ¿Cómo es posible, si el cielo es el mismo de siempre?
Claro está que el problema lo causamos nosotros, los humanos. La tenue luz recorre miles o millones de años luz para una vez llegar a la Tierra, atravesar la atmosfera terrestre. Es aquí donde la luz estable del objeto celeste se perturba a causa de las moléculas de aire. Ese fue el recorrido hasta los ojos del observador durante milenos.
Sin embargo, el auge de la luz artificial con el invento de la lampara en 1879, fue acompañada posteriormente por la idea de extender la luz hacia el exterior, en calles. Desde la década de los 60´s y 70´s, el alumbrado público ha crecido exponencialmente. Desde la aparición de la tecnología LED, sobre todo luego del año 2010, el alumbrado público pareciera ser más barato, y eficiente (en cuanto al ahorro de energía o precio – costo) pero no lo es en el modo que distribuye la luz.
¿Por qué existe la contaminación lumínica?
Mal diseño de las farolas o focos
La colocación incorrecta (dirección en donde apunta
suele ser de 45°, no de 90°. De esta forma, un 40% de la luz es desperdiciada,
y generalmente esto se resuelve casi arcaicamente, agregando más luminarias con
el mismo diseño.
Sobreiluminación
Aquellas áreas donde se tiende a superar un nivel coherente de iluminación, generalmente colocando luminarias muy potentes o un conjunto de ellas en un área pequeña, generando el mayor impacto observado.
Ausencia de eficiencia en el diseño
Desde los focos, hasta en la estructura y la
ubicación de las mismas, que lamentablemente no tienen regulación alguna. La
altura, ángulo de iluminación y otros factores. La ausencia de la eficiencia
suele vivirse cuando usted debe cerrar cortinas por la intrusión de la luz de
las calles.
Contaminación Lumínica, mucho más que ausencia de
la Vía Láctea
La contaminación lumínica tiene por regla general
varias definiciones, según el ámbito en donde se la estudie. En el caso de la
Biología, será definida de una forma, mientras que desde la Astronomía será
definida de otro modo.
En general, se define a la contaminación
lumínica como la emisión del flujo luminoso, que genera la alteración de la
oscuridad natural. Los agravantes suelen ser la luz desaprovechada,
innecesaria o incluso inadecuada que genera el alumbrado exterior urbano.
Genera impactos en la salud y el la biodiversidad y su orden natural. La
Organización de las Naciones Unidas la identifica como parte de la
contaminación del aire.
Podemos observar la contaminación lumínica incluso
desde el campo, observando en dirección a la ciudad más cercana. Este halo
luminoso se extiende por kilómetros sobre la superficie a iluminar, en su gran
mayoría debido a la exageración de la intensidad lumínica, y por el deficiente
diseño de las luminarias exteriores. [1]
Consecuencias de la contaminación lumínica
Natural
Afecta a millones de seres vivos y su ritmo natural
(insectos, animales, plantas, árboles)
Económica
Toda la luz desperdiciada hacia el cielo, es
pérdida económica de energía (la luz generalmente es producto de una central
nuclear, o una central tradicional que quema fueloil y otros recursos que producen emisiones y contaminación ambiental). Si, mientras a usted se le
vende una heladera con eficiencia energética, noche a noche se gastan millones
de dólares para literalmente iluminar a la nada.
Cultural
El aislamiento del cielo nocturno es la pérdida de
un paisaje natural. El cielo estrellado ha sido declarado por la Unesco como
patrimonio de la humanidad y gracias a su observación se han desarrollado las culturas. Además de la inspiración, gracias a la observación del cielo, se ha
avanzado en la ciencia. ¿Imagina que hubiera sido de la humanidad sin la
revolución copernicana?
Desconocimiento en la era de la “concientización
ambiental”
La ausencia de concientización solamente agrava la
situación, ya que la mayoría de los jardines residenciales mantienen sistemas
de iluminación a toda hora encendidas. Tal vez en este sentido no parezca
impactar en las personas directamente, pero si indirectamente.
Se ha estudiado la incidencia de la luz artificial,
por ejemplo, en el ritmo biológico de los insectos. A menudo los
exteriores de las casas que permanecen iluminados suelen contar con plagas de
insectos, como las hormigas. En el verano, los insectos ubicados en el campo,
se ven atraídos instintivamente por la luz y dentro de la ciudad se vive con mayor
intensidad las famosas plagas. ¿Cómo se resuelve normalmente? Con fumigación,
químicos potentes e insecticidas en el caso de los hogares, causando mayor daño
al medio. Todo es un gran eslabón, y la perturbación lumínica no es ajena de
causarle daño.
Las aves también se ven perjudicadas, muchas de
ellas se guían por las estrellas en su migración y lamentablemente se han como
se encuentras desorientadas luego de atravesar un halo lumínico, y muchas se
encuentran luego muertas en otras regiones en donde no es su lugar de destino.
El resto de las aves también son afectadas, ya que pueden confundir la
luz artificial nocturna con períodos más largos de luz natural. [2]
¿A que queremos llegar con esto? Todo el medio es
un gran eslabón, por lo que pensar que la contaminación lumínica es un problema
solo de los que quieren ver las estrellas, es un craso error.
La aparición de la luz led solo ha empeorado más la
situación, generando una baja del costo del alumbrado, y nuevamente lo
recalcamos: la ausencia de regulaciones básicas del alumbrado público. Es que
la ausencia de la conciencia ambiental lleva a la mayoría a obviar cuestiones
básicas del gran ecosistema terrestre: La mayoría de las formas de vida en la
Tierra dependen del ciclo diario de luz y oscuridad producido por la rotación
de nuestro planeta.
La desconexión de la realidad
Un estudio llamado “El nuevo atlas mundial de brillo del cielo nocturno” advierte que más del 80 % del mundo, o más grave aún en los Estados Unidos, un 99 % viven bajo cielos con contaminación lumínica.
La contaminación lumínica también se combina con otras formas de contaminación (sobre todo en los últimos años con mayor auge) que es la contaminación química, producida por el parque automotor, chimeneas del sector industrial urbano y comercial.
El polvillo de calles no asfaltadas también se combina con la contaminación lumínica. Todas ellas en su conjunto interactúan, generando un halo luminoso espeso, formado por luz y mayores niveles de partículas en la atmósfera baja.
Si esta situación no cambia, futuras generaciones conocerán el cielo nocturno solo por fotos antiguas de aficionados o fotógrafos. Lejos quedará la costumbre de decir -la noche está estrellada-. Pero también hay que admitir, que la alteración al entorno natural está generando un desorden de sistemas biológicos y, que el costo de iluminar y en algún particular caso burlón de omitir estas advertencias, tarde o temprano pasará factura.
La concientización y el aporte desde nuestros hogares es fundamental, para disfrutar de mejores condiciones ambientales, y de disfrutar de una noche estrellada.
Los astrónomos NO piden “apagar el mundo”
Como se comentó anteriormente, la contaminación
lumínica es la menos difundida a la comunidad. Pocos saben del daño en cadena
que causan. Al no existir regulaciones en este aspecto, ni conocimiento en gran
parte de la población, estamos dejando pasar una forma de contaminación que
actúa en eslabón con otros problemas que se presentan posteriormente, y que
pareciera no tener relación.
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Simples regulaciones pueden ahorrar dinero, pero más importante aún, el bienestar del medio ambiente |
La concientización debe ser más profunda, ver más
allá de la pérdida del cielo nocturno y, entender que no es un simple halo
lumínico que hace que el cielo se vea blanco o anaranjado, es vital para poder
corregir este problema.
Reducir la contaminación lumínica es posible
- Advertir a todos que la contaminación lumínica va más allá de perder el cielo nocturno, es una larga cadena de consecuencias.
- Incluir leyes que regulen la iluminación exterior, en base al ahorro y eficiencia energética.
- Utilizar luces que apunten hacia el suelo con pantallas oscuras perimetrales que no permita la difusión de la luz hacia los laterales. En este punto, el más importante, podemos comenzar desde casa. ¿De que manera? adaptando las luminarias y modificándolas si es necesario. Pregúntese además: ¿Es realmente necesario que estén encendidas durante toda la noche? ¿Es realmente cierto que me aporta mayor seguridad que todo el jardín este iluminado y expuesto a disposición de un potencial visitante no deseado?
- En zonas donde la noche tiene poco movimiento, adoptar la opción de sensores de movimiento (en algunas ciudades del mundo están empezando analizar esta situación).
- Prohibir cañones de luz que apunten directo hacia el cielo (afecta la migración de aves y otros tipos de animales).
- Respetar un nivel debidamente cauteloso y no exagerado de iluminación.
- Uso responsable de la luz ornamental.
- Regular la luz del alumbrado exterior (sea público o privado) en lo mencionado anteriormente, y solo colocar las que tengan coloración naranja, ya que la blanca afecta de forma más grande al ecosistema.
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Contaminación lumínica en América del sur. Observe los principales centros urbanos. |
NOTAS:
[1] Para hacer un recorrido visual georreferenciado
de la contaminación lumínica, puede ver el mapa interactivo de la contaminación
lumínica. Disponible en: https://www.lightpollutionmap.info/
BIBLIOGRAFÍA
Sciencie Magazine (2016) “The new world atlas of
artificial night sky brightness”. Disponible en:
https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.1600377
Amy Fraenkel (2022) “Los crecientes efectos
de la contaminación lumínica en las aves migratorias”. Disponible en:
https://www.un.org/es/cr%C3%B3nica-onu/los-crecientes-efectos-de-la-contaminaci%C3%B3n-lum%C3%ADnica-en-las-aves-migratorias