Manchas Solares – AR2993/94

Por Eduardo Horacek

En la tarde de hoy, y cuando las nubes lo permitían, aprovechamos la oportunidad para realizar una observación solar…. ¿se puede ver el Sol? Sí, se puede hacer pero tomando las debidas precauciones. Fotografiar al Sol es peligroso, aún un breve destello de luz solar magnificada por el instrumental óptico puede dañar los ojos. Para llevar a cabo una observación solar visual o fotográfica segura es imprescindible el uso de filtros solares adecuados colocados delante de la apertura del telescopio o del instrumental óptico que se esté usando para tal fin (binoculares o cámara fotográfica).


La imagen que se comparte fue obtenida a foco primario con un telescopio refractor de 80mm de apertura protegido con un filtro solar Baader.

En la captura se puede observar el complejo de manchas solares activas AR 2993-94 que aparecieron por el limbo noreste del Sol el 16 de abril. Este grupo de manchas ha estado activo desde hace más de una semana eyectando masas coronales (CMEs) y lanzando vientos de plasma al espacio mientras estaba ubicada en el lado distante del Sol (fenómenos registrados por la sonda STEREO-A de la NASA). 



En estos días ha dado la vuelta y se muestra sobre la cara que el Sol muestra a la Tierra y no hay indicios de que su actividad disminuya. De hecho, el 17 de abril liberó una CME, particularmente un flare-X1 (destello de rayos X) que pudo ser registrado por las sondas de estudio solar STEREO-A, SDO (Solar Dynamics Observatory) y SOHO (Solar and Heliospheric Observatory) 

La trayectoria de la explosión de masa coronal pasó por detrás de la Tierra aunque el pulso de rayos X produjo un corte de radio de onda corta en el sudeste de Asia y Australia.

Habitualmente se asocia la observación astronómica con los cielos nocturnos; sin embargo, existe una rama de la astronomía muy importante e interesante, la Heliofísica, que comenzó estudiando la luz solar a mediados del siglo XIX y que durante el siglo XX hizo comprender la naturaleza y comportamiento de la estrella que tenemos más cerca, nuestro Sol.

Refrescando datos sobre nuestro Sol

Recordemos brevemente que nuestro sistema solar está compuesto por el Sol y todos los otros cuerpos que orbitan alrededor de él: la Tierra, los otros planetas, asteroides y cometas. El Sol se encuentra a 150 millones de kilómetros de la Tierra.

El Sol es una estrella promedio (hay otras estrellas más calientes o más frías, e intrínsecamente más brillantes o débiles), sin embargo, dada su cercanía a nuestro planeta nos parece más grande y brillante que cualquier otra. Con un diámetro de 1.4000.00 Km se requieren unas 110 Tierras una al lado de la otra para disponerlas a lo largo de su diámetro. El Sol está compuesto mayoritariamente de hidrogeno (~75% de su masa) y Helio (~25% de su masa). Aproximadamente el 0,1% de su masa está constituida por carbono, nitrógeno, oxigeno, neón, magnesio, silicio y hierro. 

El Sol no es un sólido ni un gas sino que es plasma, el cuarto estado de la materia. Este  es muy tenue cerca de la superficie pero se hace extremadamente denso en el interior estelar o núcleo de fusión. Toda la energía que detectamos como luz y calor se origina a partir de reacciones nucleares en el interior del núcleo solar, el cual alcanza temperaturas de 15,7 millones de grados centígrados!!!. La superficie visible del Sol o fotosfera posee una temperatura de “solo” 5800ºC. Sobre la superficie solar se producen complicados y cambiantes campos magnéticos que forman las regiones activas y manchas solares que se observan en las fotografías en luz visible. Estas manchas pueden verse sobre la fotosfera debido a que tienen una temperatura menor (4000-5000ºC) y se manifiestan como regiones oscuras.

Las estrellas como el Sol tienen una vida de entre 9000-10000 millones de años y considerando que tiene una edad de 4500 millones de años se podría decir que se encuentra en la mitad de su vida…claramente nada de qué preocuparnos por ahora.