Temporada de planetas 2021 - Júpiter y Saturno

Observar los planetas es realmente apasionante. Sin embargo, lejos de las imágenes de sondas espaciales, los planetas aparecen en el campo del telescopio como discos muy pequeños. Lo asombroso es percibir que esos mundos son observados con pequeños instrumentos, sin ningún medio electrónico, del ocular al ojo del observador. Las sondas espaciales se ubican a una distancia cercana y ventajosa, dotados de cotosos instrumentos de gran calidad.

Desde el jardín de nuestras casas, podemos con un pequeño instrumento, percibir detalles de los planetas, como las fases de Venus, Los principales y esquivos rasgos de Marte, las cuatro principales lunas de Júpiter como puntos cercanos a un brillante disco joviano, o que decir de los anillos de Saturno, simplemente deja atónito a más de un observador.

Para disfrutar de la Astronomía, no hace falta tener el telescopio más grande caro del mercado, hace falta la actitud y el espíritu de asombro, análisis y comprensión. Para lograr este objetivo, es necesario comprender antes de observar: ¿Qué estamos observando? ¿A que distancia se encuentra? ¿Cuánto tarda el débil reflejo de la luz solar en atravesar toda esa enorme distancia hasta nuestros ojos?

Esta práctica se puede realizar en la primera parte de la noche de agosto hasta fin de año. Tendremos en el firmamento los dos grandes gigantes gaseosos: Júpiter y Saturno.


Júpiter y Saturno en la segunda mitad de 2021

El mejor momento para observar detalles planetarios es cuando los objetos están en su punto mas alto del firmamento. Esto evita la distorsión de nuestra atmósfera a la sutiles y delicadas imágenes de los planetas. Para agosto y septiembre tendremos que esperar después de la medianoche (02:00AM) para que los planetas alcancen su punto mas alto en el cielo, o el paso por el “meridiano” de nuestra posición geográfica. La distancia es asombrosa, Júpiter a unos 607 millones de Km y Saturno a unos fríos 1336 millones de Km.

Lo sabemos, es una hora muy complicada y “fría”, sin embargo, sabemos los aficionados que los cielos de la madrugada son mucho más estables al mermar la actividad humana (humos de autos, casas, polución química y lumínica, además de que gran contenido de agua en el aire ya se habrá reposado en las superficies). A su vez, al estabilizarse las masas de aire caliente y frías, estas no permitirán flujos violentos de corrientes de aire, las cuales son responsables de la inestabilidad de las imágenes planetarias. Para los que quieran sacrificar estos detalles, octubre y noviembre será más beneficioso en un sentido horario, ya que el paso de los planetas por el punto más alto del cielo será a las 21:00PM Arg. (UTC-3).

Saturno entró en oposición el 1 y 2 de agosto de 2021 (magnitud 0.1), mientras que Júpiter el 20 de agosto de 2021 (magnitud -2.8). Observables hasta fin de año, es un momento ideal para disfrutar de una noche junto a un café o mate de por medio. ¿Cuáles son los rasgos observables en estos planetas? ¿Cuáles son los telescopios indicados? ¿Es posible disfrutar de ellos con binoculares?



Júpiter

Júpiter es probablemente el planeta que provoca más asombro y fascinación. Se trata de uno de los cuatro gigantes gaseosos (Saturno, Urano y Neptuno son los demás) y está formado por hidrogeno y helio en su composición base. Las marcas visibles en él, se encuentra en las capas, o extractos superiores de su atmósfera, en donde hay proliferación de otros gases como metano y amoniaco. Los rasgos no son geológicamente estables (quiere decir que no son perpetuos) sino cambiantes.

Para disfrutar de este planeta, no hace falta tener un costosísimo y gigante instrumento, su observación es confortable con un telescopio de 80mm. Incluso con telescopios inferiores se podrá comprobar que posee en su disco dos sutiles bandas (bandas ecuatoriales norte y sur) junto a la presencia de sus cuatro lunas más grandes, Ío, Europa, Ganimedes y Calixto.

Cuando el telescopio supera los 150mm en reflectores, o las 4” en Maksutov, es donde obviamente los detalles empiezan a aparecer. No solo son dos bandas, hay otras marcas claras y oscuras llamadas festones plumas y óvalos. Pero sin discusión alguna, se puede decir que la Gran Mancha Roja (GMR) es el fenómeno atmosférico joviano más famoso de la historia. Es imposible cuantificar en milímetros o apertura, para asignar un telescopio mínimo para observar la GMR. Su constante cambio en color, contraste y tamaño, provoca que en largas temporadas sea observado visualmente solo con telescopios grandes, y en otras temporadas, sea percibido muy fácilmente por aperturas pequeñas.


Júpiter tiene un periodo de rotación más rápido que la Tierra, unas 9 horas 55 minutos 30 segundos, basta para percibirlo completamente. Sin embargo, teniendo en cuenta que su sistema de flujo atmosférico varia de bandas ecuatoriales a polares, hace que este número sea variable según la latitud de la que tomemos de referencia.

Muchos aficionados han generado experiencia en el “dibujo astronómico” para realizar seguimientos de cambios atmosféricos, y a la vez para concentrarse y adquirir “agudeza visual”.[2]

Los satélites de Júpiter

Los cuatro satélites principales de Júpiter son Ío, Europa, Ganimedes y Calisto. Galileo fue el primer humano que lo estudio con su pequeño telescopio. Lo sorprendente es que, con binoculares 10x50 en ocasiones, son observables, mientras el brillo del planeta lo permita. En muy raras ocasiones coinciden los cuatro satélites en una posición tal, que no son observables desde la Tierra, por encontrarse detrás del gigante gaseoso.

Es interesante y atrapante realizar breves seguimientos de las lunas durante el transcurso de la noche. Un telescopio de 70mm con buenos oculares y un cielo despejado son suficientes para percibir sombras de las lunas en el disco de Júpiter y los tránsitos de las lunas en frente del disco joviano. Cada seis años, cuando el plano de orbita de estas lunas están en paralelo con la Tierra, es posible percibir fenómenos múltiples, como eclipses entre las mismas lunas.

Saturno, el señor de los anillos

Muchos aficionados u observadores recordaran su primera vista de un pequeño y tímido Saturno. Es una imagen que los aficionados atesoramos como un recuerdo simple, pero emocionante. Es el planeta que, aunque físicamente y visualmente es inferior a Júpiter, suele tener un gran número de “seguidores” que continuamente lo visitan con sus telescopios. Incluso observadores que sólo poseen binoculares, sospechan que la “estrella” que parece ser, en realidad es ovalada. Es que, en realidad, ¡son los anillos!

Los detalles en su disco al alcance del telescopio, son mucho más sutiles y difícil de observar, debido a un halo atmosférico que esconde rasgos de los estratos inferiores. Sin embargo, es posible percibir en algunos momentos con telescopios medianos, sutiles bandas de una coloración grisácea.

Las oposiciones de Saturno (punto en el cual el planeta se encuentra completamente iluminado por el Sol, lo que equivaldría en las fases de nuestra luna como “llena”) están separadas por intervalos de unos 378 días.


Los anillos no siempre se ven de la misma forma

El fenómeno más destacable es la posición de los anillos con respecto a nuestra Tierra. Los anillos son muy delgados (unos 100 metros promedio). Cada cierto tiempo (15 años) la tierra coincide con el plano de los anillos, haciendo que estos se vean como una “línea” casi invisible. Este fenómeno hace que pareciera que el planeta perdiera sus anillos. Luego de un periodo de tiempo, el planeta logrará estar muy inclinado (28°) y será el mejor momento para disfrutar de las divisiones que contiene.



Las lunas de Saturno

Desde telescopios de aficionados, es posible observar a Titán, que posee magnitud 8 visible con telescopios chicos como un punto cercano al planeta (técnicamente visibles con prismáticos, aunque debido a su cercanía con el planeta, recomendamos que sean prismáticos con mucha potencia). Otros tres satélites tienen un brillo superior a 10.5 y otros tres con 12.1 y siendo un desafío propio de telescopios medianos (150mm) y/o fotografías de exposición.

Existen muchos aspectos para comentar, pero lo dejaremos para otra ocasión. Los planetas exteriores tienen mucho para enseñarnos sobre la naturaleza, geología planetaria y climatología, al igual que el funcionamiento del mismo Sistema Solar [3]. Este breve repaso puede servir de disparador para investigar más, observar y sobre todo: apreciar la sutil y delicada pero viva imagen de los planetas a través de los telescopios de aficionados que jamás podrá igualar una imagen congelada en un papel o dispositivo electrónico.

 

NOTAS

[1] La oposición de un planeta (planetas externos desde la posición de la Tierra) es en simples palabras cuando el planeta se encuentra en su fase “llena” o, dicho de otra forma, iluminado completamente por el Sol desde nuestra perspectiva. En la geometría celeste el Sol se ubica opuesto al planeta observado, y en el centro de esta perspectiva, el observador. El lector se podrá dar cuenta de un detalle importante: sólo los planetas exteriores y la Luna pueden encontrarse en oposición al Sol.

[2] Agudeza visual es la capacidad de enfocar, individualizar detalles cercanos entre sí. En el mundo de la oftalmología es un concepto utilizado en los diagnósticos para determinar las letras más pequeñas que cada paciente puede leer en una tabla, llamada tabla de Snellen, y que se ubica a una distancia de 6 metros. Se utilizan tablas especiales cuando el examen se hace a distancias menores a 20 pies (6 metros).

[3] La ciencia que se especializa en el estudio del Sistema Solar se denomina "ciencias planetarias". Para más información visite el sitio de la UNLP: http://go.fcaglp.unlp.edu.ar/. También recomendamos la conferencia de la Dra. Romina Di Sisto titulada "Mundos de regalo", disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=CDneHaYbjQY