Curiosidades del mundo astronómico: Las Leónidas y la cultura popular

Por Esteban J. Andrada

¿Quién no ha querido observar alguna vez una lluvia de estrellas? Fuente de inspiración, y también de temor, hoy sabemos que las estrellas fugaces están relacionadas con los fragmentos de polvo y hielo, que en algún momento se desprendieron de cometas que pasaron por la órbita de la Tierra alrededor del Sol. 

Cuando la Tierra atraviesa dicha nube de fragmentos, éstos entran a la atmósfera a varios kilómetros por segundo, lo que provoca un fenómeno luminoso causado por la ionización del aire cuando el meteoroide atraviesa nuestra atmósfera, y es lo que el observador percibe desde la superficie terrestre a simple vista como un destello. [1]

Lejos de la imaginación de muchos, la lluvia de estrellas no consiste en la continua caída de meteoros por todo el firmamento, salvo algunas excepciones que veremos más adelante. Podríamos definir la lluvia de estrellas, como un aumento de actividad durante una noche específica, pudiendo observar una cierta cantidad de meteoros por hora, todo ello condicionado por el cielo que tengamos y si nos ubicamos en la ciudad o en el campo.

En resumen, podemos reunir un grupo reducido de lluvias principales para tener en cuenta durante el año, sabiendo obviamente que existen otras que tienen un promedio horario mucho menor.



Las Leónidas, la lluvia de estrellas de noviembre

Las Leónidas es una prolífica lluvia de meteoros asociada con el cometa Tempel-Tuttle. También es conocida por su ocasional pico de actividad cada 33 años. Las Leónidas son llamadas así por la ubicación de su radiante en la constelación de Leo: los meteoros parecen irradiar desde ese punto en el cielo.

La actividad de esta lluvia inicia el 6 de noviembre al 30 de noviembre de cada año, el pico o máximo suele ser el 17 de noviembre. Las Leónidas son meteoros de movimiento rápido que encuentra el camino de la Tierra e impacta a 72 km/s. Las Leónidas más grandes, que miden unos 10 mm de ancho, tienen una masa de medio gramo y son conocidas por generar meteoros brillantes (Mag −1,5). 


Visibilidad y diferencias entre el hemisferio norte y sur

En este caso, la lluvia de estrellas se produce durante la madrugada antes del amanecer. La constelación de Leo para los habitantes del hemisferio norte, se desplaza hasta gran altura en el cielo, siendo óptimo para disfrutar al máximo de esta lluvia.

En cambio, para los habitantes del hemisferio sur, la ventana de observación es demasiado acotada, y esta ventana se reduce más a medida que nos acercamos a las latitudes medias y altas del hemisferio austral, debido al crepúsculo que se produce tempranamente debido a la cercanía del solsticio de verano.


¿Cuándo y dónde mirar?

Para disfrutar de las Leónidas basta con ubicar Regulus (alfa Leo) para utilizarlo como referencia la zona del cielo del cual prestar atención. Tenga en cuenta de hay que estar atento a todo el firmamento disponible.


Para la Provincia de Buenos Aires, la ventana de observación será muy acotada, desde las 3:30 AM (Hora Argentina -3 UTC) el radiante [2] se ubicará a unos 10° del horizonte noreste. La baja altura del radiante perjudica la observación optima, ya que la luz debe atravesar mayor grosor de la atmósfera, así como también de polución química y lumínica. Para las 4:30 AM estará a unos 22° de altura, lo cual sería buena noticia si no comenzara el crepúsculo astronómico, que inicia dentro de esa hora (04:01 AM -04:37 AM).

Como puede ver, la ventana para ver algún meteoro para los habitantes del hemisferio sur es distinta a la de nuestros colegas del hemisferio norte. Sin embargo, siempre se puede intentar y disfrutar de un grato momento.


Algunas consideraciones

Es importante buscar un lugar en el campo alejado de la ciudad y de la contaminación lumínica. De igual forma alejarse de toda lámpara que encandile (se denomina luz parasita). No hace falta tener instrumental, ya que lo que se necesita es observar todo el cielo al mismo momento.

La comodidad es importante al momento de estar expuesto al exterior, al frio, a los mosquitos y a la humedad ambiente. Tener en cuenta que tener algo para comer, un café caliente, repelente, buen calzado y abrigo es elemental a la hora de considerar ver una lluvia de estrellas.

La adaptación a la oscuridad es un tema subestimado para aquellos que no son aficionados. Los ojos necesitan mínimamente de 15 a 20 minutos de oscuridad para que se adapten. Lo que ocurre es que las pupilas se dilataran. Esta práctica muestra un cambio radical del cielo estrellado. Es esencial no encender pantallas de móviles o linternas, ya que un breve segundo basta para que las pupilas se contraigan y perdamos la adaptación a la oscuridad. Si por alguna razón esto ocurre, deberá esperar otros 15 a 20 minutos para adaptar nuevamente los ojos a la oscuridad.


Las Leónidas, en la cultura popular y la historia

Las Leónidas tienen una parte interesante en relatos, historias, novelas y poesías. Fuente de inspiración y también de temor, particularmente durante los períodos de tormentas de meteoros.

Estos eventos llamados -tormentas de meteoros- son extremadamente raros. Se denomina tormenta de meteoros cuando la actividad meteórica resulta intensa, a partir de 1000 meteoros en la hora de observación. Como se comentó anteriormente, las Leónidas tienen un pico extraordinario cada 33 años, debido a la muy irregular traza de material que dejó el cometa en la órbita. 

Ahora, imagine que estos picos de actividad antes de la existencia de la infraestructura lumínica urbana, eran más que evidentes para los seres humanos. Claro, no existía la contaminación lumínica, la televisión, entretenimientos por internet, desgaste visual producido por pantallas, y usualmente el cielo estrellado era un paisaje común y habitual para las personas.

Tomemos como ejemplo el pico de actividad de las Leónidas de 1833. El 13 de noviembre de 1833 deslumbró a los norteamericanos con un espectáculo celestial que jamás olvidarían. Desde Canadá hasta México, los rayos de luz que llenan el cielo y los gritos en las calles despertaron a la gente de sus camas para presenciar lo que muchos asumieron fue el fin del mundo.

En el condado de Clay (Missouri, Estados Unidos), una colonia mormona observó la lluvia de meteoros en las orillas del río Missouri después de haber sido expulsados de sus hogares por los colonos locales. 
Joseph Smith, el fundador del mormonismo escribió en su diario de noviembre de 1833: "Este evento es un cumplimiento literal de la palabra de Dios y un presagio de la inminente segunda venida de Cristo”.

Un pastor presbiteriano despertó en la madrugada de un 13 de noviembre de 1833 a un joven Abraham Lincoln, quien se dirigió a observar lo que se consideraba “el inicio del juicio final”. Walt Whitman escribió lo comentado por Abe Lincoln, quien tenía 24 años en el momento que presencio la tormenta de las Leónidas:

"Me alojé por un tiempo con un diácono de la iglesia presbiteriana. Una noche me despertó de mi sueño la voz del diácono que exclamaba: "Levántate, Abraham, ¡Ha llegado el día del juicio! ¡Salté de mi cama, corrí y observé las estrellas caer en grandes cantidades! Pero mirando hacia atrás de ellos en los cielos vi todas las grandes y antiguas constelaciones con las que estaba tan familiarizado, fijos y verdaderos en sus lugares. señores, el mundo no se acabó entonces, ni se acabará la Unión ahora”. [4] 

Comunidades originarias colonos y religiosos (principalmente protestantes), al igual que otros grupos humanos dieron distinto significado a este fenómeno, cuando no se entendía muy bien su origen. 


Las Leónidas impregnan el Folclore 

Como otros fenómenos celestes, las lluvias de estrellas sirvieron de inspiración para la música. Por ejemplo “Stars Fell on Alabama" (Las estrellas cayeron sobre Alabama) es una canción compuesta por Frank Perkins con letra de Mitchell Parish en 1934. La música y letra de la canción está inspirada en las Leónidas de 1883. Existen muchas versiones de esta canción popular estadounidense.

Por supuesto, esta es una muy breve reseña de las Leónidas, que particularmente tiene una historia asombrosa y entretejida con la cultura popular del hemisferio norte. Disfrutar de algunos de sus meteoros es recordar las generaciones de hombres, mujeres y niños que observaron atónitos como el cielo parecía dar una señal, de que algo cambiaria.


Stars Fell on Alabama (Las estrellas cayeron sobre Alabama)
Versión de Zooey Deschanel and M. Ward



NOTAS

[1] Una lluvia anual de Leónidas puede depositar 12 o 13 toneladas de partículas en todo el planeta.

[2] El radiante es el punto de la esfera celeste al que parecen surgir (por efecto de la perspectiva del observador) todas las trayectorias de las diferentes estrellas fugaces que pertenecen a una lluvia de estrellas dada.

[3] El crepúsculo astronómico es el periodo de tiempo antes o después del crepúsculo náutico (el Sol se ubica entre 12 y 18 grados por debajo del horizonte). En este periodo el cielo aún está poco iluminado por la luz solar dispersada en la atmósfera, y por eso no se ven las estrellas menos brillantes.

[4] Withman, Walt (1882) “Specimen Days & Collect”


Caminata y observación astronómica | 16 SEP 2023

El sábado 16 de septiembre de 2023 estaremos presentes en la Reserva Natural Paititi para observar y disfrutar juntos del cielo nocturno.

La actividad consiste en una caminata que se realizará por la tarde para conocer la reserva y al anochecer se hará una observación astronómica con telescopios y otros instrumentos La actividad comienza a las 16:00hs y termina a las 22:00hs aproximadamente. 

Para reservar comunicarse por mensaje de whatsapp al 223 598 0265 o por mensaje privado de Instagram de la Reserva Natural Paititi

Los esperamos!!! 🔭




C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) un cometa con potencial para 2024

El 9 de enero de 2023, se descubrió un nuevo cometa denominado C/2023 A3. Los especialistas en esta área estiman que puede alcanzar un máximo brillo en torno a la magnitud -2 o incluso -3 aproximadamente, siendo de este modo observable a simple vista. Como es de esperar en un pronóstico, debemos tomar esta información como potencial, es decir, es probable que sea un cometa brillante debido a su morfología y la órbita que tiene. [1] 

Debemos admitir que los cometas son sin lugar a dudas, impresionantes visitantes. Aunque la gran mayoría son difíciles de observar, impredecibles y hermosos objetos celestiales, tienen un espacio en la cultura humana, siendo considerados en la historia como señales del cielo, para bien y en otros casos, para mal. Hoy sabemos su naturaleza y de dónde vienen. 


¿Qué son los cometas y porque son tan difíciles de observar?

Los cometas son estructuras formadas por hielo, polvo, rocas, y otros elementos que forman un objeto más o menos esférico. Forman parte de los escombros del Sistema Solar, y como puede imaginarse, hay millones. Realizan diferentes tipos de trayectorias elípticas en torno al Sol, según la clase y subclase de cometa.
Los cometas son cuerpos sólidos, que están compuestos por materiales que se subliman en las cercanías del Sol. A gran distancia (en torno a las 5-10 UA) desarrollan una atmósfera que envuelve al núcleo, que se la nombra coma o cabellera, que está formada por gas y polvo. A medida que el cometa se acerca al Sol, el viento solar azota la coma y se genera la cola característica, la cual está formada por polvo y el gas de la coma ionizado.

Algunos son regulares en su órbita, otros no. Algunos tienen órbitas cortas, otros tienen orbitas largas. Algunos pasan cerca de la Tierra (en términos astronómicos) otros no. Todo esto hace que, en mayor o menor medida, tengamos una heterogeneidad de características al momento de observar cometas.
De los miles de cometas observados por los astrónomos, la mayoría son de orden -telescópicos-, esto quiere decir que solo son observables con telescopios, teniendo un brillo muy débil. Un puñado pueden ser vistos con binoculares cuando están relativamente cerca. Pero de vez en cuando (algunos astrónomos han estimado que cada década y media) aparece alguno que puede ser observado a simple vista. Claro está que, en este momento de la historia humana, la contaminación lumínica puede jugar en contra al momento de definir que cometa es observable a simple vista.

Si de cometas hablamos, debemos obligadamente hablar del Halley, denominado técnicamente 1P/Halley. El primer cometa que se predijo su paso, un cometa que fue observado por distintas generaciones de sociedades y que Edmund Halley predijo su periodicidad.
Luego del gran cometa West C/1975 V1 a mediados de los 1970, la saga de cometas brillantes siguió durante la década de 1980 y también en 1990. Aparecieron tantos hermosos cometas como el famosísimo Halley en 1986, o el Halle Boop, incluso el famoso cometa Yakutake C/1995 B2.
El año 2007 comenzó con un hermoso cometa, tan brillante que fue observado y fotografiado por personas que no eran aficionadas ni tenían equipamiento fotográfico de gran calidad. Hablamos del Gran Cometa del 2007 (McNaught C/2006 P1). Otros cometas menos brillantes fueron Lovejoy C/2011 W3 (2011), Panstarrs C/2012 l4 (2013), el cometa 46p/Wirtanen, y últimamente el Leonard C/2021 A1.

Sin embargo, probablemente tengamos un cometa bastante interesante para 2024, con las debidas precauciones que merecen las predicciones. Advertimos que estimar el brillo de los cometas es una tarea compleja, tan compleja y difícil que a menudo conlleva desilusiones.

Imagen: Cometa Leonard (C/2021 A1) fue un cometa que tuvo una interesante proporción de tamaño aparente en cielos rurales durante la segunda quincena de diciembre de 2021. 
A más de 16 años, todavía el último "Gran cometa" fue el McNaught (C/2006 P1)

El cometa con un clásico nombre difícil

Este cometa lleva un nombre compuesto, debido a que fue descubierto por el Observatorio Tsuchinshan (China) y por el programa ATLAS. Es un cometa nuevo procedente de la Nube de Oort con su punto más cercano al Sol (perihelio) pronosticado para el 27 de septiembre de 2024. El perihelio será a una distancia de 0.39 UA del Sol y la máxima aproximación a la Tierra pronosticada para el 12 de octubre de 2024 a 0.57 UA.

C/2023 A3 ¿Qué significa?

C/ significa que el cometa es uno del tipo no periódico. Estos se originan en la nube de Oort y tienen la posibilidad de surcar el Sistema Solar solo una vez o tardar de 200 a miles de años en orbitar el Sol.

2023 A3 revela que el cometa fue descubierto en 2023, dentro de la primera quincena de enero, lo que es catalogado por la Unión Astronómica Internacional como A. El numero 3 indica que fue el tercer objeto de naturaleza cometaria detectado en ese periodo de tiempo.

Tsuchinshan-ATLAS muestra que el descubrimiento fue realizado por telescopios del Observatorio de la Montaña Púrpura (Observatorio Astronómico de Zijinshan) y por el sistema estadounidense ATLAS.


Después de su descubrimiento, se realizaron observaciones en los archivos del MPC (Centro de Planetas Menores) arrojando información acerca del cometa. Parece ser que es un cometa de largo período con un período orbital de ¡26.000 años! También parece tener un núcleo muy grande.
Los especialistas en cometas estiman que puede alcanzar un máximo brillo en torno a la magnitud -2 o incluso -3 aproximadamente. Si los datos y las predicciones no fallan, tendremos un cometa brillante para observar a simple vista.

Por sus características orbitales y morfológicas, podríamos decir que el C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) va a desplegar una hermosa cola de cometa, muy distinto a los débiles cometas que se suelen observar, con magnitudes por encima de la mag. 5. Después de surcar cerca del Sol a una distancia equivalente a la de Mercurio, la coma de polvo y hielo del C/2023 A3 se calentará cuantiosamente. ¿Qué significa esto para el observador terrestre? Significa que las partículas de hielo se van a evaporar, escapando rápidamente al vacío del espacio, pero llevándose polvo en gran cantidad, y esto también significa que se extenderá en una cola larga y brillante.
Como muestran los datos y la experiencia observacional, los cometas que pasan cerca del Sol tienen las colas definidas y grandes, formadas poco después de ser estimulados por el calor del Sol.

Perspectivas para los observadores del hemisferio sur

Para los observadores australes (en esta parte hacemos referencia exclusivamente a los habitantes del cono sur de América) la observación del cometa será más desfavorable que en el hemisferio norte. Tendremos una ventana propicia más acotada para la observación antes del amanecer en septiembre de 2024, y otra luego de la puesta del Sol en octubre de 2024. 
Si se pregunta en este momento por los instrumentos, si se cumple el pronóstico, será observable a simple vista, y obviamente la vista será muy bella con unos buenos binoculares 7x50. Pero hay que tener en cuenta un detalle vital: si la cabellera del cometa se extiende por muchos grados, como algunos astrónomos afirman, la imagen completa del cometa no será observable en el campo de un telescopio de focal mediana (Tal como ocurrió con el Gran Cometa de 2007). Por lo que recomendamos usar instrumental con muy baja potencia y buena apertura, como pueden ser unos binoculares 7x50.
 
Semana del 17 de septiembre de 2024

Se lo ubicará a la madrugada, antes de la salida del Sol, observable a muy baja altura (en torno a los 10°, empezando a ganar altura y brillo al avanzar la semana. Requerirá de un este con un horizonte totalmente libre de objetos como colinas, casas, arboles. No está de más recordar que se necesitará un cielo además de despejado, diáfano, es decir con buena transparencia.
Hacia el fin de semana (sábado 21 y domingo 22) el cometa seguramente habrá duplicado su brillo, y se lo ubicará un poco más alto sobre el horizonte a la misma hora, aproximadamente 12° del punto cardinal este.

Semana del 23 de septiembre de 2024

En esta semana será interesante regirse por dos factores
  • Ubicarse en una zona alta en el terreno, sea campo o costa.
  • Observar el cometa en torno a las 5:20, en donde no tendrá mucha altura sobre el horizonte, pero no habrá luz del crepúsculo que atenué visualmente al cometa.
Durante esta semana, tendremos que aprender a regir la observación entre la salida del horizonte del cometa y la presencia del crepúsculo, crepúsculo que terminará arruinando la oscuridad del cielo y el brillo del cometa al avanzar los minutos.
El 28 de septiembre, el cometa tendrá buen brillo y estará alejado del horizonte este, antes del amanecer, a unos 13°. Desde el 29 de septiembre de 2024, el cometa ira perdiendo altura y brillo debido a que se sumergirá en la luz crepuscular.
 


¡Basta de madrugar! el cometa en octubre de 2024

Después de la puesta del Sol, durante la semana del 14 de octubre de 2024, el cometa surgirá entre la luz del crepúsculo, siendo observable con mayor facilidad hacia el 17 o 18 de septiembre. La regla sigue siendo la misma: la ventana de observación, en este caso será entre el final del crepúsculo y la puesta del cometa en el horizonte oeste. Deberemos buscar también en este caso, un oeste totalmente despejado y un terreno lo más alto posible.
Cada noche que pase, será más débil y más pequeño, hasta perder brillo a finales del mes. El cometa poco a poco, al perder brillo, será un cometa para observarse con pequeños telescopios.




En nuestro caso, hemos observado una variedad interesante de cometas, telescópicos, observables con binoculares y a simple vista. El más impactante sin dudas fue el “Gran Cometa de 2007” McNaught, observado en enero de ese año. Alcanzó una posición y brillo tales que permitieron su observación a simple vista desde enero de dicho año, y fue visible a plena luz del día. Debido a su proximidad al Sol, su visión solamente fue posible durante el crepúsculo y poco después de éste.
Tendremos que esperar para ver si los pronósticos son favorables y si la composición y morfología del cometa ayuda o no a mantener un brillo estimado de los modelos.

Los cometas hacen lo que quieren […] como es de esperar”, dijo un famosísimo astrónomo refiriéndose a lo difícil que es pronosticar brillo estimado y comportamiento de estos objetos que han disparado la imaginación de la humanidad por eones. Mientras tanto, no queda opción a la espera del próximo cometa que pueda ser observable como el Gran Cometa de 2007, o como un Halle Boop a finales de la década de los 1990. 
 
 
NOTAS
[1] Los objetos que tienen magnitud negativa son MUY brillantes. Una Luna llena, por ejemplo, ronda en magnitud -12.6. Venus (el lucero) tiene magnitud -4. Sirio, la estrella más brillante del cielo nocturno, tiene una magnitud estimada de -1.5.