Breves conceptos sobre la compra de un telescopio

Por Esteban J. Andrada

Es común encontrar telescopios destinados a decorar algún lugar de una casa. A menudo, 
la compra impulsiva de un telescopio, antes de adquirir los conocimientos básicos de astronomía, conduce a la frustración y al desuso del equipo, y posterior abandono.

Para disfrutar plenamente de la observación astronómica, es fundamental comenzar en primer lugar por familiarizarse con el cielo nocturno. Aprender a reconocer constelaciones, identificar objetos celestes a simple vista y utilizar atlas celestes son pasos esenciales antes de invertir en un telescopio. Una vez que se ha adquirido una base sólida en astronomía observacional, se estará preparado para aprovechar al máximo las capacidades de un telescopio y disfrutar del cielo nocturno.

La búsqueda del telescopio, más allá de la estética

El mercado de telescopios puede resultar abrumador, con una amplia variedad de modelos, tamaños y precios. Sin embargo, un telescopio no es solo un objeto decorativo. Para disfrutar plenamente de la observación astronómica, es fundamental elegir un instrumento que se adapte a nuestras necesidades y expectativas.

Más allá del tamaño y el diseño

Es común escuchar a potenciales observadores decir que quieren un telescopio grande, pensando que el tamaño es sinónimo de buenas prestaciones. Sin embargo, la calidad óptica, la estabilidad de la montura y la facilidad de uso son factores mucho más importantes que el tamaño. Un telescopio pequeño pero bien diseñado puede ofrecer mejores resultados que uno grande y voluminoso. A continuación detallamos las dos variables más importantes a la hora de elegir un telescopio.


Variable 1: El diámetro de los telescopios

Uno de los parámetros más importantes de un telescopio es su diámetro, es decir, el tamaño de su objetivo (lente o espejo). Cuanto mayor sea el diámetro, mayor será la cantidad de luz que el telescopio podrá captar y, por lo tanto, más débiles serán los objetos que podremos observar.

Variable 2: La distancia focal de los telescopios

Otro parámetro fundamental es la distancia focal, que determina la potencia nativa del telescopio. La combinación del diámetro y la distancia focal nos da una idea de la capacidad de resolución y campo de visión del telescopio, y por lo tanto, su capacidad para mostrar detalles finos en los objetos celestes. 

Una distancia focal -larga- (superior a 900mm) es ideal para observar los planetas u otros objetos del cielo a mediana y gran potencia. 

Una distancia focal -corta- (debajo de los 800mm) o -muy corta- (debajo de los 600mm) son ideales para observar a baja potencia el cielo nocturno, especial para el espacio profundo, principalmente cúmulos, nebulosas y objetos grandes y difusos.

Partes claves para revisar a la hora de comprar un telescopio

  • Tipo de montura: Las monturas ecuatoriales son ideales para el seguimiento de objetos celestes, mientras que las altazimutales son más fáciles de usar pero menos precisas.
  • Calidad de los oculares: Los oculares son las lentes que utilizamos para observar a través del telescopio. Es importante elegir oculares de buena calidad para obtener imágenes nítidas y contrastadas. Los oculares que suelen traer los telescopios suelen ser de regular a baja calidad.
  • Accesorios: Existen una amplia variedad de accesorios, como filtros, adaptadores para cámaras y buscadoras, que pueden mejorar nuestra experiencia de observación.

En resumen, elegir un telescopio es una decisión importante que debe tomarse de forma informada. Antes de comprar, es recomendable investigar los diferentes tipos de telescopios, consultar a otros astrónomos aficionados y, si es posible, probar diferentes modelos en una jornada de observación. 

Una jornada de observación es ideal para compartir ideas, experiencias, y ver en la práctica real los instrumentos ópticos y fotográficos.


El diámetro del telescopio

El diámetro del telescopio, también conocido como apertura o abertura, es simplemente el diámetro del objetivo o espejo principal. Es la pieza fundamental del instrumento. Un telescopio de mayor diámetro capta más luz, lo que nos permite observar objetos más tenues y con mayor detalle.

Una mayor apertura significa que se podrá ver objetos más débiles y con mayor detalle. Esto es especialmente importante para observar objetos de cielo profundo como galaxias, nebulosas y cúmulos estelares.

La apertura también influye en la capacidad del telescopio para mostrar detalles finos en los objetos celestes. Un telescopio con una apertura mayor te permitirá distinguir estrellas dobles más cercanas o ver estructuras más detalladas en planetas.

Un telescopio de 70 mm de diámetro ya nos permitirá apreciar algunos detalles en la superficie de la Luna, como cráteres y montañas. También se podrá observar los planetas más brillantes, como Júpiter y Saturno, y distinguir algunos de sus satélites más grandes. Sin embargo, para observar objetos más débiles, como nebulosas, se recomienda un telescopio con una apertura mayor, de al menos 90 mm. Para espacio profundo, una apertura de unos 150mm.

Vale la pena aclarar un punto importante: La apertura no determina directamente el aumento de un telescopio, pero sí influye en el aumento útil. Cuanto mayor sea la apertura, mayor será el aumento que se podrá utilizar sin perder calidad de imagen.

Distancia focal, no menos importante

La distancia focal es una medida de la capacidad de un telescopio para ampliar la imagen de un objeto de forma nativa. Al elegir un telescopio, es importante tener en cuenta la distancia focal junto con otros factores como la apertura y el tipo de observaciones que deseamos realizar.

La luz ingresa por el objetivo de un telescopio. Estos rayos, al pasar por las lentes o espejos del telescopio, convergen en un punto llamado foco o punto focal. La distancia focal es simplemente la distancia que hay entre el objetivo (lente o espejo principal) y este punto focal.

La distancia focal de un telescopio está estrechamente relacionada con otros parámetros importantes, como el diámetro y la relación focal. Un telescopio de larga distancia focal (alta relación focal) produce imágenes más nítidas pero con un campo de visión más estrecho. Por el contrario, un telescopio de corta distancia focal (baja relación focal) ofrece un campo de visión más amplio pero con imágenes ligeramente menos nítidas. La elección entre una u otra dependerá de los objetos que desees observar y de tu estilo de observación.


Disfrutar del cielo nocturno con el telescopio

Un telescopio con una apertura de 80 mm en refractores o 114 mm en reflectores es un excelente punto de partida para adentrarse en el mundo de la astronomía. Sin embargo, la calidad de la observación no depende únicamente del telescopio, sino también de las condiciones del lugar de observación. Un pequeño refractor utilizado en un lugar oscuro y con poca contaminación lumínica puede revelar detalles sorprendentes de cúmulos estelares y nebulosas. Por el contrario, un telescopio grande ubicado en una ciudad puede verse limitado por la contaminación lumínica y atmosférica.


Algunos objetos son tan extensos que solo entran en el campo de visión de instrumentos inferiores a los 500mm de distancia focal. En la imagen podemos ver al atardecer el cúmulo de las Pléyades, en conjunción con el planeta Venus. La distancia focal de esta imagen es de 400mm.

Como podemos ver, un solo telescopio no puede satisfacer todas las necesidades de un observador. Desde la observación planetaria hasta la astrofotografía de cielo profundo, cada tipo de observación requiere características ópticas y mecánicas específicas. Por esta razón, es común que los astrónomos aficionados avanzados posean varios telescopios, cada uno especializado en un tipo de observación. 


Charla educativa en la Feria de Ciencias en la EES N°1

El día miércoles 16 de octubre de 2024 estuvimos en la Escuela Secundaria Número 1 de Mar del Plata (en donde Esteban se desempeña como docente) en el marco de la Feria de Ciencias. Agradecemos a los directivos, a los docentes y también a los estudiantes que pasaron por cada una de las charlas, tanto en el turno mañana como en el turno tarde.

La charla “Breves conceptos sobre la astronomía amateur”, fue un compacto recorrido por el mundo de la astronomía vocacional.  

La charla tuvo como objetivo desmitificar muchas de las cosas que se piensan de la astronomía amateur. También en el transcurso de la charla, brindamos consejos para comenzar en la observación.

En breve regresaremos por más charlas y observaciones.



Breves conceptos sobre las lluvias de estrellas

Por  Esteban J. Andrada

¿Quién no ha alzado la mirada al cielo nocturno y se ha maravillado ante el espectáculo de una estrella fugaz surcando el firmamento? Estos fugaces destellos, que desde tiempos inmemoriales han inspirado mitos y leyendas, son en realidad pequeños fragmentos de cometas que, al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, se desintegran en una danza de luz. 

El espacio esta lleno de escombros, rocas y partículas de hielo de diverso tamaño. Siempre es posible observar una estrella fugaz (desde ahora denominaremos meteoro). Estos meteoros son denominados "esporádicos" porque simplemente están vagando por el vacío del espacio y en algún momento ingresan a la atmosfera terrestre. 

En ciertos momentos del año, cuando la Tierra cruza la órbita de un cometa, somos testigos de un auténtico pero fugaz espectáculo: una lluvia de estrellas. Estos eventos, que se repiten año tras año, nos brindan la oportunidad de conectar con el universo y maravillarnos ante la belleza de la naturaleza. 


Una lluvia de estrellas, a diferencia de los meteoros esporádicos, tienen origen en los escombros que dejan los cometas en sus órbitas. Cuando la Tierra atraviesa estas órbitas, se produce una lluvia meteórica o "lluvia de estrellas"


¿Cómo logran brillar en el cielo?

El brillo de los meteoros está relacionado a un principio físico: la ionización meteórica. La ionización meteórica es un fenómeno que ocurre cuando un meteoro atraviesa las capas de aire a velocidades extremadamente altas, el intenso calor generado por la fricción causa una serie de reacciones químicas. El calor extremo ioniza los átomos de los gases atmosféricos, como el nitrógeno y el oxígeno. Esto significa que estos átomos pierden o ganan electrones, quedando en un estado de alta energía, lo que se conoce como estado excitado.

Emisión de luz: Para volver a un estado de menor energía, los átomos excitados emiten fotones, es decir, partículas de luz. Estos fotones son los responsables del brillante rastro que vemos al observar un meteoro.
Colores variados: El color del rastro depende de los elementos químicos presentes en el meteoro y en la atmósfera. Por ejemplo, el sodio produce un color amarillo, el magnesio un verde y el hierro un rojo.

Distintas lluvias meteóricas a lo largo del año
Durante todo el año, existen diferentes tipos de lluvias meteóricas. Algunas son levemente perceptibles desde el campo, y aptas para observadores con experiencia. Cada lluvia meteórica tiene también un estilo propio, debido a la diversidad de materiales de la cual están formados los cometas.

Principales lluvias de estrellas del año. Para observar una lluvia de meteoros, es esencial tener cielo despejado, una noche sin Luna, y estar alejados de las ciudades



Las Oriónidas de octubre 
Es tal vez la más famosa lluvia de meteoros junto a las Perseidas, sin embargo, no es la lluvia meteórica más importante en cuanto a la cantidad observada por hora. Además, debido a su cometa progenitor y a la constelación donde se produce, la hace una de las más famosas de las lluvias meteóricas. 
Por su posición es observable en todo el mundo, y con tintes nostálgicos para los que alguna vez observaron al Halley. [1] 

Fecha y ubicación de esta lluvia meteórica
Durante la madrugada del 21 y 22 de octubre de cada año es posible encontrar el máximo de esta actividad meteórica. Para disfrutar de las Oriónidas, basta con acostumbrar los ojos a la oscuridad, y estar atentos hacia el cielo del noreste, siguiendo durante el transcurso de la noche a la constelación de Orión. 

Las Oriónidas parecen surgir de la constelación de Orión. En octubre, desde latitudes medias del hemisferio sur, Orión se eleva del este a partir de la medianoche y transita el cielo noreste hasta la salida del Sol

Una forma sencilla de ubicar la cercanía del punto de donde parecen surgir estos meteoros (llamado radiante) es ubicar a las famosas Tres Marías. No hay que sectorizar una porción del cielo, debemos estar atentos a todo cielo despejado posible. 

Caracteristicas de las Oriónidas 
Por la naturaleza de los restos de escombros que deja un cometa o asteroide, es natural entender que estos escombros no se repartes homogéneamente en la órbita de dicho objeto. 
En el caso de las Oriónidas, tuvo picos máximos en 2006 y 2009. En particular, la noche del 22 de octubre de 2006 la Tierra encontró una nube de partículas superior a la habitual. Frente al promedio habitual (en torno a los 20-25 por hora) se encontraron picos de 50 meteoros por hora, recordemos, en cielos rurales. 
En 2009, nuevamente se encontró la Tierra ante escombros del Halley similar a la del 2006 en cuanto a densidad de escombros. En contraste, hacia 2019 se encontró con mínimos de densidad. 

Las Oriónidas son una lluvia de estrellas moderada, en donde múltiples factores entran en interacción, por lo que es mejor esperar ver algunos meteoros por hora, y disfrutar de un grato momento solo, con amigos o familia. 



Las Gemínidas de diciembre
Las Gemínidas son una de las lluvias de meteoros más confiables del año. A diferencia de la mayoría de las lluvias de meteoros, que tienen su origen en cometas, las Gemínidas están relacionadas con un objeto progenitor un poco más inusual, el asteroide 3200 Faetón. 

La naturaleza del asteroide Faetón ha sido discutido durante muchísimos años. Algunos científicos sugieren que podría ser un gran cometa extinto, y otros proponen que podría tratarse de un asteroide. Independientemente de su origen exacto, Faetón deja a su paso por el sistema solar una estela de partículas de polvo y roca. 

Fecha y ubicación de esta lluvia meteórica
El pico máximo de actividad de la lluvia de meteoros Gemínidas suele ocurrir alrededor del 13 y 14 de diciembre de cada año, luego del anochecer y durante toda la noche. 

Características de las Gemínidas
Las Gemínidas se caracterizan por tener una tasa horaria zenital (THZ) muy alta, lo que significa que se pueden observar un gran número de meteoros por hora durante el pico de actividad. Otra característica de los meteoros de las Gemínidas es que suelen ser de colores brillantes, como el amarillo y el verde, debido a la composición de las partículas que entran en la atmósfera. También son meteoros más -lentos-, es decir, el trazo persiste unas fracciones de segundos más, o incluso algunos segundos.

Las Geminidas parecen surgir de la constelación de Geminis. En diciembre, desde latitudes medias del hemisferio sur, Geminis se eleva del este luego del atardecer, y transita el cielo noreste. Hacia la medianoche, esta constelación estará ubicada justo hacia el norte para un observador austral. 

A diferencia de otras lluvias de meteoros, el período de actividad de las Gemínidas es relativamente largo, lo que aumenta las posibilidades de observación.

Para disfrutar al máximo de las Gemínidas, es recomendable buscar un lugar oscuro, lejos de la contaminación lumínica, y con una vista despejada del cielo. La Luna puede afectar la visibilidad de los meteoros más débiles, por lo que las noches sin Luna son las mejores para la observación.


La observación de este fenómeno y algunas aclaraciones
Una lluvia meteórica es un fenómeno muy delicado de observar. En las ciudades lamentablemente no serán observables. Lo recomendable es alejarse lo más que se pueda de los centros urbanos y zonas iluminadas. En regiones semiurbanas, desde algún jardín oscuro, y adaptando los ojos a la oscuridad, será posible apreciar una parte de los meteoros, siempre y cuando tengamos despejado el cielo de nubes y objetos como edificios, o árboles. 

La taza horaria de meteoros ¿Cómo se calcula?
La TZH (Taza cenital Horaria) es un promedio idealizado realizado a partir de un cielo totalmente despejado en condiciones máximas, esto es un cielo de desierto, con nula contaminación lumínica y sin obstáculos (arboles, paredes, edificios). Todo lo dicho anteriormente es un atenuante de la cantidad de meteoros que podemos observar. Por esa razón, es poco aconsejable observar una lluvia de estrellas en una zona urbana. A medida que nos alejamos de la contaminación lumínica, las condiciones son más favorables para ampliar la cantidad de meteoros a observar. Observar tranquilamente sin cansarse es lo primordial a la hora de observar una lluvia de estrellas. 

¿Qué es un radiante?
El radiante es simplemente el punto de donde parecen surgir los meteoros. Si sumáramos todos los trazos de una lluvia, podremos encontrar un patrón que hace coincidir en un punto. 

Buenos hábitos de observación
A diferencia de otro fenómeno celeste, una simple bajada de guardia puede hacernos perder una estrella fugaz. Esas bajadas de guardia a veces se dan por la incomodidad. Una buena forma de disfrutar de este fenómeno es utilizar reposeras y buen calzado, para evitar calambres y cansancio. 

Para disfrutar de una buena sesión de observación astronómica, es crucial preparar nuestros ojos. Debemos evitar el uso de pantallas brillantes y permitirles adaptarse a la oscuridad. Estos hábitos nos ayudarán a ver con mayor claridad los objetos celestes tenues, como las nebulosas y los cúmulos estelares.


La adaptación a la oscuridad
La adaptación a la oscuridad es un proceso fisiológico que permite a nuestros ojos maximizar su sensibilidad a la luz tenue. La retina, la parte del ojo que detecta la luz, contiene dos tipos de células fotorreceptoras: los conos, responsables de la visión en color y de la visión diurna, y los bastones, que son más sensibles a la luz tenue y nos permiten ver en la oscuridad. 
Al exponernos a la oscuridad, los bastones se activan gradualmente, aumentando nuestra capacidad para detectar objetos débilmente iluminados. Sin embargo, la luz brillante puede dañar los bastones y retrasar este proceso de adaptación.





NOTAS
[1] El progenitor de esta lluvia meteórica es el cometa Halley, catalogado oficialmente 1P/Halley, es un cometa de período corto visible desde la Tierra cada 76,6 años.