Breves conceptos sobre las lluvias de estrellas

Por  Esteban J. Andrada

¿Quién no ha alzado la mirada al cielo nocturno y se ha maravillado ante el espectáculo de una estrella fugaz surcando el firmamento? Estos fugaces destellos, que desde tiempos inmemoriales han inspirado mitos y leyendas, son en realidad pequeños fragmentos de cometas que, al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, se desintegran en una danza de luz. 

El espacio esta lleno de escombros, rocas y partículas de hielo de diverso tamaño. Siempre es posible observar una estrella fugaz (desde ahora denominaremos meteoro). Estos meteoros son denominados "esporádicos" porque simplemente están vagando por el vacío del espacio y en algún momento ingresan a la atmosfera terrestre. 

En ciertos momentos del año, cuando la Tierra cruza la órbita de un cometa, somos testigos de un auténtico pero fugaz espectáculo: una lluvia de estrellas. Estos eventos, que se repiten año tras año, nos brindan la oportunidad de conectar con el universo y maravillarnos ante la belleza de la naturaleza. 


Una lluvia de estrellas, a diferencia de los meteoros esporádicos, tienen origen en los escombros que dejan los cometas en sus órbitas. Cuando la Tierra atraviesa estas órbitas, se produce una lluvia meteórica o "lluvia de estrellas"


¿Cómo logran brillar en el cielo?

El brillo de los meteoros está relacionado a un principio físico: la ionización meteórica. La ionización meteórica es un fenómeno que ocurre cuando un meteoro atraviesa las capas de aire a velocidades extremadamente altas, el intenso calor generado por la fricción causa una serie de reacciones químicas. El calor extremo ioniza los átomos de los gases atmosféricos, como el nitrógeno y el oxígeno. Esto significa que estos átomos pierden o ganan electrones, quedando en un estado de alta energía, lo que se conoce como estado excitado.

Emisión de luz: Para volver a un estado de menor energía, los átomos excitados emiten fotones, es decir, partículas de luz. Estos fotones son los responsables del brillante rastro que vemos al observar un meteoro.
Colores variados: El color del rastro depende de los elementos químicos presentes en el meteoro y en la atmósfera. Por ejemplo, el sodio produce un color amarillo, el magnesio un verde y el hierro un rojo.

Distintas lluvias meteóricas a lo largo del año
Durante todo el año, existen diferentes tipos de lluvias meteóricas. Algunas son levemente perceptibles desde el campo, y aptas para observadores con experiencia. Cada lluvia meteórica tiene también un estilo propio, debido a la diversidad de materiales de la cual están formados los cometas.

Principales lluvias de estrellas del año. Para observar una lluvia de meteoros, es esencial tener cielo despejado, una noche sin Luna, y estar alejados de las ciudades



Las Oriónidas de octubre 
Es tal vez la más famosa lluvia de meteoros junto a las Perseidas, sin embargo, no es la lluvia meteórica más importante en cuanto a la cantidad observada por hora. Además, debido a su cometa progenitor y a la constelación donde se produce, la hace una de las más famosas de las lluvias meteóricas. 
Por su posición es observable en todo el mundo, y con tintes nostálgicos para los que alguna vez observaron al Halley. [1] 

Fecha y ubicación de esta lluvia meteórica
Durante la madrugada del 21 y 22 de octubre de cada año es posible encontrar el máximo de esta actividad meteórica. Para disfrutar de las Oriónidas, basta con acostumbrar los ojos a la oscuridad, y estar atentos hacia el cielo del noreste, siguiendo durante el transcurso de la noche a la constelación de Orión. 

Las Oriónidas parecen surgir de la constelación de Orión. En octubre, desde latitudes medias del hemisferio sur, Orión se eleva del este a partir de la medianoche y transita el cielo noreste hasta la salida del Sol

Una forma sencilla de ubicar la cercanía del punto de donde parecen surgir estos meteoros (llamado radiante) es ubicar a las famosas Tres Marías. No hay que sectorizar una porción del cielo, debemos estar atentos a todo cielo despejado posible. 

Caracteristicas de las Oriónidas 
Por la naturaleza de los restos de escombros que deja un cometa o asteroide, es natural entender que estos escombros no se repartes homogéneamente en la órbita de dicho objeto. 
En el caso de las Oriónidas, tuvo picos máximos en 2006 y 2009. En particular, la noche del 22 de octubre de 2006 la Tierra encontró una nube de partículas superior a la habitual. Frente al promedio habitual (en torno a los 20-25 por hora) se encontraron picos de 50 meteoros por hora, recordemos, en cielos rurales. 
En 2009, nuevamente se encontró la Tierra ante escombros del Halley similar a la del 2006 en cuanto a densidad de escombros. En contraste, hacia 2019 se encontró con mínimos de densidad. 

Las Oriónidas son una lluvia de estrellas moderada, en donde múltiples factores entran en interacción, por lo que es mejor esperar ver algunos meteoros por hora, y disfrutar de un grato momento solo, con amigos o familia. 



Las Gemínidas de diciembre
Las Gemínidas son una de las lluvias de meteoros más confiables del año. A diferencia de la mayoría de las lluvias de meteoros, que tienen su origen en cometas, las Gemínidas están relacionadas con un objeto progenitor un poco más inusual, el asteroide 3200 Faetón. 

La naturaleza del asteroide Faetón ha sido discutido durante muchísimos años. Algunos científicos sugieren que podría ser un gran cometa extinto, y otros proponen que podría tratarse de un asteroide. Independientemente de su origen exacto, Faetón deja a su paso por el sistema solar una estela de partículas de polvo y roca. 

Fecha y ubicación de esta lluvia meteórica
El pico máximo de actividad de la lluvia de meteoros Gemínidas suele ocurrir alrededor del 13 y 14 de diciembre de cada año, luego del anochecer y durante toda la noche. 

Características de las Gemínidas
Las Gemínidas se caracterizan por tener una tasa horaria zenital (THZ) muy alta, lo que significa que se pueden observar un gran número de meteoros por hora durante el pico de actividad. Otra característica de los meteoros de las Gemínidas es que suelen ser de colores brillantes, como el amarillo y el verde, debido a la composición de las partículas que entran en la atmósfera. También son meteoros más -lentos-, es decir, el trazo persiste unas fracciones de segundos más, o incluso algunos segundos.

Las Geminidas parecen surgir de la constelación de Geminis. En diciembre, desde latitudes medias del hemisferio sur, Geminis se eleva del este luego del atardecer, y transita el cielo noreste. Hacia la medianoche, esta constelación estará ubicada justo hacia el norte para un observador austral. 

A diferencia de otras lluvias de meteoros, el período de actividad de las Gemínidas es relativamente largo, lo que aumenta las posibilidades de observación.

Para disfrutar al máximo de las Gemínidas, es recomendable buscar un lugar oscuro, lejos de la contaminación lumínica, y con una vista despejada del cielo. La Luna puede afectar la visibilidad de los meteoros más débiles, por lo que las noches sin Luna son las mejores para la observación.


La observación de este fenómeno y algunas aclaraciones
Una lluvia meteórica es un fenómeno muy delicado de observar. En las ciudades lamentablemente no serán observables. Lo recomendable es alejarse lo más que se pueda de los centros urbanos y zonas iluminadas. En regiones semiurbanas, desde algún jardín oscuro, y adaptando los ojos a la oscuridad, será posible apreciar una parte de los meteoros, siempre y cuando tengamos despejado el cielo de nubes y objetos como edificios, o árboles. 

La taza horaria de meteoros ¿Cómo se calcula?
La TZH (Taza cenital Horaria) es un promedio idealizado realizado a partir de un cielo totalmente despejado en condiciones máximas, esto es un cielo de desierto, con nula contaminación lumínica y sin obstáculos (arboles, paredes, edificios). Todo lo dicho anteriormente es un atenuante de la cantidad de meteoros que podemos observar. Por esa razón, es poco aconsejable observar una lluvia de estrellas en una zona urbana. A medida que nos alejamos de la contaminación lumínica, las condiciones son más favorables para ampliar la cantidad de meteoros a observar. Observar tranquilamente sin cansarse es lo primordial a la hora de observar una lluvia de estrellas. 

¿Qué es un radiante?
El radiante es simplemente el punto de donde parecen surgir los meteoros. Si sumáramos todos los trazos de una lluvia, podremos encontrar un patrón que hace coincidir en un punto. 

Buenos hábitos de observación
A diferencia de otro fenómeno celeste, una simple bajada de guardia puede hacernos perder una estrella fugaz. Esas bajadas de guardia a veces se dan por la incomodidad. Una buena forma de disfrutar de este fenómeno es utilizar reposeras y buen calzado, para evitar calambres y cansancio. 

Los buenos hábitos de observación, principalmente no usar pantallas brillantes y adaptar los ojos a la oscuridad, son practicas primordiales a la hora de observar el cielo, sobre todo una lluvia de estrellas


La adaptación a la oscuridad
La adaptación a la oscuridad es un proceso fisiológico que permite a nuestros ojos maximizar su sensibilidad a la luz tenue. La retina, la parte del ojo que detecta la luz, contiene dos tipos de células fotorreceptoras: los conos, responsables de la visión en color y de la visión diurna, y los bastones, que son más sensibles a la luz tenue y nos permiten ver en la oscuridad. 
Al exponernos a la oscuridad, los bastones se activan gradualmente, aumentando nuestra capacidad para detectar objetos débilmente iluminados. Sin embargo, la luz brillante puede dañar los bastones y retrasar este proceso de adaptación.





NOTAS
[1] El progenitor de esta lluvia meteórica es el cometa Halley, catalogado oficialmente 1P/Halley, es un cometa de período corto visible desde la Tierra cada 76,6 años.